En las redes sociales es muy sencillo publicar contenidos. Las herramientas 2.0 como blogs y redes sociales, facilitan que los usuarios puedan compartir fácilmente textos, fotografías, vídeos, etc. Esto es la gran innovación de la web 2.0: Cualquier persona puede publicar contenidos en Internet si lo desea, convirtiéndose la web en participativa (o al menos permitiendo esa participación).La web 2.0 supone un cambio de mentalidad respecto a la 1.0, donde para publicar contenidos era necesario tener amplios conocimientos técnicos, de forma que sólo unos pocos lo hacían. En esta nueva era de Internet, la participación se generaliza. Con acceso a Internet, participar en las redes sociales o publicar un vídeo es sencillo.
Esta facilidad a la hora de publicar y compartir contenidos tiene una doble lectura. Por un lado es positivo, porque permite la visibilidad de cualquier usuario en la red, pero por otro lado ha llevado a la saturación informativa por la abundancia de contenido disponible.
El término Web 2.0 fue acuñado por Tim O’Reilly en 2004 y se popularizó con la expansión de herramientas gratuitas de creación de blogs y con el éxito de redes sociales. Se trata de un fenómeno muy reciente que se ha extendido rápidamente.
Muchas veces saltan a los medios de comunicación tradicionales, como la televisión o la prensa, noticias sobre los peligros que puede tener compartir según qué tipo de información en tos medios sociales. Sin embargo, esto no significa que haya que tenerle miedo a la Web 2.0.
Como sucede con todas las herramientas, la clave está en cómo se utilicen. Las grandes preguntas son: ¿qué contenidos publicar?, ¿qué información incluyo en mi perfil?
Nosotros amamos la filosofía 2.0, ya que permite la participación de los usuarios en la creación de contenidos, lo cual nos parece muy atractivo. Y los peligros son relativos, utilizando el sentido común se consiguen capear.
¡Nos vemos en las redes!